"ASÍ COMO EL HABLAR IMPRUDENTE CONDUCE AL ERROR,

TAMBIÉN EL SILENCIO IMPRUDENTE DEJA EN EL ERROR A LOS QUE TENDRÍAN QUE SER INSTRUÍDOS"

(Papa San Gregorio Magno - Regla Pastoral, II, 4).

"DEBEMOS EVITAR EL ESCÁNDALO. PERO SI POR EL ESCÁNDALO SE PRODUCE LA VERDAD,

ANTES QUE ABANDONAR LA VERDAD, SE DEBE PERMITIR EL ESCÁNDALO"

(Papa San Gregorio Magno - Homilías sobre Ezequiel, VII. 5).


viernes, 24 de noviembre de 2017

CUANDO LOS ALUMNOS SE OFENDEN CON EL INSTRUCTOR

En mi nota anterior en este Blog, hablé de cómo ALGUNOS alumnos frustran al Profesor… y un lector de Brasil me dijo: “…en Brasil los alumnos quederían enojados con lo que escribiste. No sé como es en Argentina.” 
Mi respuesta fue: “Es claro que lo que escribí tampoco será popular en Argentina. Pero no me interesa "ser políticamente correcto"... sino decir lo que yo CREO que es verdad y lo MEJOR para los alumnos.” 
Algunas personas, acostumbradas a los mitos y películas que ven en cine, TV y por Internet, se preguntarán: “¿Cómo dice esto? ¿Acaso en las Artes Marciales Tradicionales no se respeta MUCHO al Maestro? ¿Acaso la palabra del Maestro no se discute?” 

En el Lejano Oriente, y hace años, esto último era cierto. Ahora, ya no tanto. 
Pero en muchos Dojangs/Dojos en Occidente y en la época actual, el tema es distinto… y esto tiene que ver con la historia de Occidente. Veamos un poco: 
Hace siglos, los niños eran “propiedad” del padre… al igual que un burro o un martillo. Obviamente muchos padres amarían realmente a sus hijos… incluso para dar su vida por ellos… pero eso no cambiaba el hecho de que “legalmente” los niños eran considerados como “propiedades del padre”. 
Muchos padres “vendían” a sus hijas al casarla con algún candidato rico y poderoso, sin consultarlas ni tener en cuenta sus deseos. Y tener a niños y niñas trabajando como adultos (10,12 o más horas por día) era bastante común… en el campo y en las ciudades. 

Con el tiempo, las costumbres cambiaron… los niños/as ya no eran “legalmente” propiedad del padre… no se los podía “vender” ni “explotar”… PERO… 
eran sociedades muy estructurada en forma jerárquica… donde “el de arriba le pisaba la cabeza al de abajo”… la opinión y/o deseo del niño/a no eran tenidos en cuenta por MUCHOS padres (no todos eran así… pero sí la mayoría). Los ejemplos más conocidos son “¡Cuando los mayores hablan… los niños se callan!” y ante el menor intento de hablar del niño/a, el grito “¡¡No me conteste, caracho!!”... seguido de una sonora cachetada (bofetada, bofetón, schiaffo) del padre en la cara del niño/a. 

Luego llegaron los años ’70… 
la Psicología y la Pedagogía se difundieron en forma masiva entre la gente común… y, unido a una mejora general de la economía de muchos matrimonios, esto “llevó el péndulo al otro extremo”: los niños y niñas no sólo eran tenidos en cuenta… sino que muchos padres tenían tanta CULPA ANTICIPADA por lo que “pudiera traumatizar al niño/a”… que les cumplían casi cualquier deseo al niño/a, al instante. 
Y como algunos padres “culpaban a sus propios padres” de sus problemas actuales basándose en “lo que ellos quisieron y no tuvieron de chicos”… ahora ellos llenaban de “COSAS MATERIALES” y cumplían cualquier pedido del niño/a, inmediatamente. 

De “cosa” y “propiedad vendible” a “centro / amo indiscutible del hogar”. Cambio más que notable. 

Obviamente NO puedo estar de acuerdo con “el niño/a ignorado / vendido / explotado / golpeado con puño o cinto” de antaño… pero “niño/a como centro / amo indiscutible del hogar”… TAMPOCO
Parte importante de la familia… SÍ… oído y tenido en cuenta… SÍ… ¿“amo indiscutible del hogar”?… NO… definitivamente NO… y esto es sencillamente porque el que decide lo que es mejor para TODA la familia debe ser el miembro que más sabe de la familia… y ése NUNCA es el niño/a…sino un adulto. 

LAMENTABLEMENTE, esa confusión de los padres también afecta el respeto y dignidad que antes se tenía por el Profesor / Maestro que enseña en las escuelas y colegios. 
Y eso es en gran parte por el cambio de actitud de los padres, cumpliendo todos los caprichos del hijo/amo del hogar. Aunque también en varios casos, por padres y madres que ven a su niño/a como parte de su propio Ego: “Mi hijo/a es perfecto (como yo)… no puede fallar…así que la culpa es del Profesor / Maestro”. 

Muchos padres dicen: “Sólo quiero que mi niño/a sea feliz”… pero no saben cómo hacerlo. Los llenan de cosas materiales, cuidados, atenciones… todo lo que el dinero y su propia culpa y confusión pueda darles. 
Pero todo niño/a va a crecer… va a salir del círculo familiar “protegido”… va a ir a una escuela… luego al colegio secundario… luego, si tiene suerte, a la Universidad… y luego trabajará y vivirá en una sociedad real… rodeados de personas que NO son de su familia.
EN TODOS ESOS LUGARES… los que lo rodeen NO los van a querer como sus padres, NO les van a cumplir todos sus deseos, NO les van a aceptar sus caprichos ni rabietas… ya que PARA LOS QUE LOS RODEEN ese niño/a es UNO MÁS… y la contestación a sus intentos de imponerse, caprichos, rabietas o gritos será “ignorarlos”… “hacerlos a un lado”… “echarlos del grupo o trabajo”…y quizás “romperle los dientes de un puñetazo”. 

EDUCAR a un niño/a es prepararlo para que pueda ser FELIZ EN LA SOCIEDAD EN QUE LE TOCARÁ VIVIR… para lo cual debe aprender respeto, disciplina, cortesía, a esforzarse y trabajar duro para ganarse un lugar en la sociedad y poder conservarlo. 
Esto no le asegurará la felicidad... pero le va a evitar muchas "fuentes de infelicidad"

Y aquí aparece la conexión con las Artes Marciales Tradicionales
aprender respeto, disciplina, cortesía, a esforzarse y trabajar duro para ganarse un lugar en la sociedad y poder conservarlo” son (y no por casualidad) los que los alumnos aprenden en un verdadero Arte Marcial Tradicional. 
En este caso “ganarse un lugar en la sociedad y poder conservarlo” se traduce como “esforzarse y trabajar duro para ganarse una graduación determinada… y mantener el nivel necesario para conservarla… y seguir teniendo un lugar en el grupo”

Pero, LAMENTABLEMENTE, el cambio observado desde los años ’70 en la actitud de MUCHOS padres (no todos) al MALcriar a sus hijos… también llega a los Dojangs/Dojos de las Artes Marciales Tradicionales. 
Hoy la mayoría enseñamos en Dojos / Dojangs que funcionan en Gimnasios Comerciales… donde el dueño insiste en “más alumnos, más cuotas” y el Profesor “debe dar explicaciones si acaso Juanito o Estelita ya no viene más”. 
Esa mentalidad de “Yo pago… así que mi hijo/a SEGURO que va a aprobar”, junto con algunos que piensan “Mi hijo/a es perfecto (como yo)… no puede fallar…” se ha metido en muchos padres e hijos… y la llevan al Dojo / Dojang cuando van a aprender Artes Marciales. 
En las viejas épocas, los Maestros elegían a unos pocos alumnos y rechazaban al resto. 

Pero hoy, en los Gimnasios Comerciales, no es raro que la proporción de alumnos graduados NO por sus habilidades y desarrollo personal, sino por “presiones externas sobre el Profesor”… AUMENTE CADA AÑO… y también los casos de alumnos y padres/apoderados que sin ninguna vergüenza le reclaman al Profesor “¿Por qué su (perfecto) niño/a todavía no cambió de cinto/cinturón?”. 
Nótese que ya ni siquiera preguntan “¿Por qué su (perfecto) niño/a todavía no rinde examen?”. El tema ya es sólo “¿Por qué su (perfecto) niño/a TODAVÍA no cambió de cinto/cinturón?”. 
Cinto / Cinturón = Producto que yo pago para que se lo den al niño/a… según esos padres 

¿Y ENTONCES? 
No tengo la solución MÁGICA. Puedo puedo afirmar que: 
- Los “malos” Instructores / Profesores / Maestros de los que he hablado en VARIAS notas anteriores NO tienen este tipo de problemas: “vender la graduación” es parte integral de su plan de trabajo… no sea que pierdan a un “cliente”. 
- Los Instructores / Profesores / Maestros HONESTOS que quieran enseñar seriamente en forma tradicional en uno o varios Gimnasios Comerciales… demasiadas veces tendrán “las manos atadas”: ya que el Dueño del Gimnasio le hará sentir la presión para “retener a cualquier costo a TODOS los alumnos”
- Y si además esos Instructores / Profesores / Maestros HONESTOS tienen como su único ingreso monetario las cuotas que pagan sus alumnos para vivir, ellos tendrán “las manos MUY atadas”. 
En mi caso, yo tengo un trabajo del cual vivo, así que no necesito ganar MUCHO dinero al dar clases. Y como alquilo el salón de clases por tiempo ocupado y no por cantidad de alumnos… mientras tenga el dinero para el pago mensual… puedo tener 5 o 50 alumnos. Es mi decisión. 
PARA MÍ… enseñar correctamente TSD como un Arte Marcial Tradicional, como una disciplina que forma de manera integral el físico y la personalidad de cada uno de mis alumnos, es MUCHO más importante que el tener muchos alumnos. 
Si yo entiendo, después de muchos intentos, que NO puedo darle a un alumno/a una clase que le sirva para mejorar y desarrollarse como persona… a la vez que mantengo razonablemente el nivel de mi enseñanza tradicional… sencillamente les diré que “mi clase no es lo mejor para él, y que le sugiero buscar en otro lado una clase que se adapte mejor a lo que él quiere”. 
Retener a un alumno/a al cual no se puede formar correctamente NO ES HONESTO. 

Y para aquellos Instructores / Profesores / Maestros HONESTOS que NO puedan actuar como yo... por el tema dinero… sólo puedo sugerirles que hagan “equilibrio” entre su necesidad de ingresos y hasta donde pueden ceder en su exigencia de seriedad y compromiso a los alumnos, para seguir enseñando “un arte marcial”. 
¿Cuál sería la guía o medida… o el límite que no deberían cruzar?”. 
Piensen en cómo serán sus clases en 5, en 10 y en 20 años si siguen este o aquél camino… y en base a eso verán cuál camino toman. 

Buena suerte

por SBN Ricardo A. Longinotti (7º Dan - TANG SOO DO MI GUK KWAN - ARGENTINA)
NOTA: por cualquier duda o necesidad de mayores detalles sobre éste u otros temas de TSD, puede enviar un e-mail a tsdlonginotti@hotmail.com o dirigirse personalmente a las clases de TSD MGK, en los días y horarios especificados en el título de este Blog.

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