"ASÍ COMO EL HABLAR IMPRUDENTE CONDUCE AL ERROR,

TAMBIÉN EL SILENCIO IMPRUDENTE DEJA EN EL ERROR A LOS QUE TENDRÍAN QUE SER INSTRUÍDOS"

(Papa San Gregorio Magno - Regla Pastoral, II, 4).

"DEBEMOS EVITAR EL ESCÁNDALO. PERO SI POR EL ESCÁNDALO SE PRODUCE LA VERDAD,

ANTES QUE ABANDONAR LA VERDAD, SE DEBE PERMITIR EL ESCÁNDALO"

(Papa San Gregorio Magno - Homilías sobre Ezequiel, VII. 5).


viernes, 28 de marzo de 2014

¿Y qué hago con mi furia o mi miedo?

Al hablar en una nota anterior sobre “Arte Marcial", se habló de la necesidad de "mantener bajo control mis sentimientos y emociones durante el combate" y de que "no es bueno que la furia o el miedo impulsen y dirijan mis acciones".
La furia, el miedo, o ambos siempre estarán presentes en el alumno en una situación de conflicto; ambos son reacciones normales del ser humano, que lo preparan "físicamente" para algunas de las dos soluciones que el instinto ofrece para el conflicto: la furia, para la pelea; el miedo, para la huída.
Pero nosotros somos más que animales, guiados ciegamente por el instinto, y somos más que un ser físico. La mente y el espíritu que recibimos los seres humanos nos permiten buscar otras vías para encarar el conflicto: nuestra mente nos permite "negociar" con un agresor, o "modificar" la situación para "desactivar" el conflicto; nuestro espíritu nos impulsa a seguir, aunque el cuerpo quiera abandonar o el cerebro sugiera huír. Pero esto no será posible si la furia o el miedo dirigen nuestras acciones.

¿Cómo lo evito?. El miedo nace de sentirse en peligro de ser lastimado. Si el alumno POCO A POCO se acostumbra a pelear con adversarios cada vez más exigentes, y experimenta la sensación de que ÉL puede evitar ser lastimado, que conflicto no significa automáticamente ser dañado, que ÉL puede incluso anular los ataques del agresor; naturalmente su miedo dejará paso a "inquietud" o "preocupación" por el conflicto, que son sensaciones valiosas a la hora de tomar en serio el conflicto, pero que no lo inmovilizan ni entorpecen.

La furia es más difícil de dominar, ya que muchas veces surge en forma rápida e inesperada, como una REACCION violenta ante un hecho determinado. La disciplina diaria que me ayuda a hacer lo que debo hacer, aún cuando me disguste, me acostumbra a poner mis emociones bajo el filtro y control de mi mente. Es allí dónde todos los días debo grabarme la idea de que "la violencia no soluciona nada", y que "ser capaz de lastimar a alguien no nos dá la razón". Debemos acostumbrarnos a que la solución a cada problema se obtiene razonando, y no explotando.
Todas las personas que pelean impulsados sólo por la furia, cuando se calman se sorprenden y asustan del daño que causaron. Es fácil decir "te voy a romper la cara", pero luego, cuando efectivamente "le rompieron la cara" al otro, se asustan de lo que hicieron (del daño causado y de su propio descontrol).

La furia es la explosión violenta de la ira, el fastidio y el resentimiento que acumulamos todos los días contra una o varias personas, y que luego explota sin control, incluso contra personas que no fueron los que me enojaron en un principio. Para evitar esas explosiones, debo tratar de bajar todos los días ese nivel interno de ira, fastidio y resentimiento.

¿Cómo se hace eso?. Hay dos caminos que se pueden encarar separada o simultáneamente (recomendado):
1) no acumular más presión interna, lo que se puede hacer de varias maneras:
A) no creer que todos mis problemas son un ataque personal hacia mí (teoría del complot);
B) razonar para ver si lo que me molesta es algo que puedo solucionar o no, y actuar en consecuencia (lo soluciono o lo acepto);
C) tratar de no encarar varios problemas a la vez, para no dividir mis fuerzas en varios frentes;
D) entender que "guardarse todo" sólo aumenta el problema, para evitarlo debo tratar de expresar mi enojo en forma pausada y clara, y en el mismo momento del problema, sea al causante de mi enojo o fastidio (preferible) o a otra persona de confianza que acepte escucharnos.
E) no reprimir nuestro enojo, diciendo "está todo bien", ya que eso no es verdad. El enojo que no se reconoce se "atornilla" en nuestro interior como amargura y resentimiento; y luego puede convertirse en un problema físico (la ira no reconocida ataca desde adentro a la persona que la ignora). Hay que entender que otras personas nos pueden enojar sin quererlo ni darse cuenta de ello, y si no les decimos que nos han molestado, lo seguirán haciendo. Lo mejor sería decírselo en el mismo momento, pero a veces deberemos calmarnos un poco antes de hablar. Pero jamás debe pasar mucho tiempo antes de aclarar las cosas.

2) descargar la ira ya acumulada, bajando el nivel de presión interna en actividades que requieran gran esfuerzo o contra objetivos "seguros":
A) ir con una raqueta de tenis  y una pelota a un frontón, y pegarle  con todas mis fuerzas a la pelota hasta que me sienta mejor. Si estoy solo, gritar y/o insultar a gusto.
B) ponerse  guantes  y pegarle a una bolsa de boxeo o similar  durante  una  hora seguida.

LA DESCARGA SE PRODUCE SI LE PEGAMOS A "ALGO", NO A "ALGUIEN". SI EN CADA GOLPE IMAGINAMOS QUE GOLPEAMOS AL QUE NOS ENOJÓ, SÓLO NOS CARGAMOS DE MAS IRA Y RESENTIMIENTO.

C) pedalear 40 km en bicicleta sin parar.
D) saltar la soga hasta quedar exhausto.
E) sentarse a solas frente a una silla, imaginar a la persona causante de mi enojo sentada en ella, y decirle todo lo que quiera. Después de un rato de descargarse, tratar de "explicarle" al otro por qué me he enojado, y tratar de escucharse a uno mismo mientras hablo, para separar el nudo de ESE ASUNTO EN PARTICULAR de lo accesorio o agregado (muchas veces "cargo" sobre una persona enojos que provienen de otras situaciones).
F) si tengo alguna persona de confianza QUE ACEPTE ESCUCHARME, explicarle todo lo sucedido y como me siento, con toda sinceridad. No debo buscar que me apoye en mi enojo, sino que me ayude a ver las cosas mas claro. Debo buscar soluciones para el problema, no aliados para la guerra.

LO QUE NUNCA DEBO HACER ES DESCARGAR FISICAMENTE LA FURIA SOBRE NINGUNA PERSONA (la que me enojó, u otra en sustitución).

Sentir enojo, fastidio o resentimiento es normal en el ser humano, no podemos dominar los sentimientos, LO QUE SÍ PODEMOS Y DEBEMOS CONTROLAR ES LO QUE HACEMOS CON ESOS SENTIMIENTOS, PARA ESO TENEMOS UN CEREBRO QUE RAZONA Y UN ESPIRITU QUE NOS PERMITE SER MAS QUE ANIMALES.

SBN Ricardo A. Longinotti (7º Dan - TANG SOO DO MI GUK KWAN - ARGENTINA)

NOTA: por cualquier duda o necesidad de mayores detalles sobre éste u otros temas de TSD, puede enviar un e-mail a tsdlonginotti@hotmail.com o dirigirse personalmente a las clases de TSD MGK, en los días y horarios especificados en el título de este Blog.

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