"ASÍ COMO EL HABLAR IMPRUDENTE CONDUCE AL ERROR,

TAMBIÉN EL SILENCIO IMPRUDENTE DEJA EN EL ERROR A LOS QUE TENDRÍAN QUE SER INSTRUÍDOS"

(Papa San Gregorio Magno - Regla Pastoral, II, 4).

"DEBEMOS EVITAR EL ESCÁNDALO. PERO SI POR EL ESCÁNDALO SE PRODUCE LA VERDAD,

ANTES QUE ABANDONAR LA VERDAD, SE DEBE PERMITIR EL ESCÁNDALO"

(Papa San Gregorio Magno - Homilías sobre Ezequiel, VII. 5).


sábado, 30 de agosto de 2014

5to CONCEPTO CLAVE de TSD MI GUK KWAN: “KYUM SON”


“KYUM SON” se traduce como: “KYUM” = humilde, modesto - "KYUM SON" = humildad.

El diccionario Espasa define humildad como “la actitud de la persona que no presume de sus logros y que reconoce sus fallas y debilidades”; y define como su antónimo la “soberbia”.

Si bien es cierto que una persona de escasos recursos económicos es una persona “humilde”, esta “humildad obligada” es una situación externa a la persona, impuesta por su situación económica; y no es la idea que estamos tratando. Nosotros hablaremos de la humildad como actitud, que es un valor propio de la persona (cualidad moral).
Hoy día esta forma de humildad es mal vista, incluso despreciada. Hoy la sociedad reverencia al ganador, al que sobresale por encima de los demás, y muchas veces no importa cómo se llega a ser ganador. Si alguien no publicita por todos los medios sus logros, muchos lo considerarán estúpido. Reconocer mis debilidades y errores ante los demás es visto como “un error” o "una locura".

La falta de humildad (soberbia) lleva a un crecimiento incontrolado del Ego, y terminamos creyéndonos lo que no somos. Al explicar concentración, hablamos de encarar la tarea utilizando todos mis recursos, ¿pero qué ocurre si contamos recursos que realmente no tenemos?. Sencillamente no podremos terminarla. Si salgo en un auto para un viaje de 100km, con nafta sólo para 50km, me quedaré a mitad de camino. Mi falta de humildad me lleva a engañarme a mí mismo, y así seguramente fallaré en cualquier tarea. Pero esto no termina ahí, ya que probablemente mi soberbia no me permitirá reconocer mi error, y terminaré culpando a los demás, al gobierno, a DIOS, al destino o a la cotización del Yen en el Mercado de Cambios de Londres (??). Y luego de esto, el ciclo vuelve a empezar.

La humildad es una actitud, una disposición interior, que nos permite vernos a nosotros mismos y mostrarnos a los demás con honestidad, con nuestros aciertos y errores. Reconocer nuestros aciertos y virtudes no es soberbia, es honestidad con uno mismo; la falta de humildad aparece cuando presumimos de ellos ante las demás personas. Si proclamo a los cuatro vientos mis errores y fallas, no soy humilde, sino que estoy buscando la lástima de los demás. EN AMBOS CASOS, LA FALLA ESTÁ EN BUSCAR LA ATENCIÓN O APROBACIÓN DE LOS DEMÁS. La persona realmente humilde no busca ser el centro de atención.
Ninguna persona lo sabe todo. Todos tenemos mucho que aprender, y podemos recibir conocimientos y sabiduría de distintas personas, aún de quién menos lo esperamos. Un chico de 5 años jugando con su perro en una plaza puede enseñarle cómo ser feliz a más de un ejecutivo exitoso. Una copa llena de vino, no puede contener más líquido. Y si nuestra “copa” (mente) está “llena” de soberbia y orgullo, no podré aprender nada.

La única manera de aprender (en TANG SOO DO, en el colegio, en la vida) es aceptar que hay muchas cosas que no sabemos, y que hay personas que saben más que yo de uno o varios temas. Sólo así podremos abrir nuestra mente y espíritu para que el conocimiento llegue a nosotros.
¿Cómo desarrollo la humildad practicando TANG SOO DO?.
- Los cinturones de color sirven para mostrar el nivel de conocimientos de TANG SOO DO de cada uno. Aceptar sin molestarse la corrección de alguien más graduado (y que por ello sabe más) es ubicarse en la realidad, y me demuestra mi nivel de humildad.
- Venir todas las clases con la voluntad de aprender y mejorar es signo de humildad. Repetir una técnica “que ya hice mil veces” sin fastidiarme, porque entiendo que no soy perfecto, es humildad.
- Si cuando hacemos algo bien, aceptamos el elogio de un compañero o del Instructor con un simple “gracias” y seguimos trabajando cada vez más duro, demostramos humildad.
- Si frente al espejo o bolsa nos concentramos en nuestro trabajo, sin fijarnos si los demás nos miran, demostramos humildad.
- Si cuando nos toca corregir a alguien menos graduado, lo hacemos de buen modo y con respeto, sin humillarlo ni hacerle sentir “qué tan bueno soy yo”, somos humildes.

La persona que trata con humildad a los demás, no demuestra debilidad. Al contrario, demuestra seguridad en sí misma, ya que no necesita mostrar constantemente sus logros u ocultar sus fallas para sentirse aceptado y valorado.


por SBN Ricardo A. Longinotti (6º Dan - TANG SOO DO MI GUK KWAN - ARGENTINA)
NOTA: por cualquier duda o necesidad de mayores detalles sobre éste u otros temas de TSD, puede enviar un e-mail a tsdlonginotti@hotmail.com o dirigirse personalmente a las clases de TSD MGK, en los días y horarios especificados en el título de este Blog.

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