***NOTA ORIGINALMENTE PUBLICADA EN ESTE BLOG EN MARZO DE 2009***
MEDITACIÓN EN LA CLASE DE TSD
MEDITACIÓN EN LA CLASE DE TSD
Cuando los Instructores, al comenzar y al terminar las clases de Tang Soo Do, dan la orden “Muk Nyum”, los alumnos se sientan en el suelo, cierran los ojos y “hacen Meditación”.
Algunos Instructores guían a los alumnos durante la Meditación, otros no, pero en muchos alumnos queda la duda: “¿Para qué me sirve hacer Meditación en la clase de TSD?”.
Hay libros enteros sobre Meditación, escritos por personas más sabias que yo en ese tema. Pero pocos alumnos tienen la posibilidad de leer libros completos para hallar una respuesta a esas preguntas. Hay también muchas notas distintas en revistas o en Internet, pero a veces son confusas o incluso hay autores que afirman lo que otros niegan. Para ayudar a los alumnos voy a dar algunas ideas para una mejor comprensión del tema.
La palabra “meditar” tiene varios significados: reflexionar, planear en la mente, razonar, o proponerse algo. La palabra “Meditación” viene de la raíz griega “medonai”, que significa pensar.
A veces se habla de meditar para referirse a la contemplación de un tema o de un objeto determinado: al meditar sobre una cuestión o un problema, podremos hallarle solución. Otras veces se dice que al meditar uno puede lograr un estado mental superior, entrando en algún tipo de trance o estado alternativo.
Sin embargo, la Meditación que uno debe realizar en la clase de TSD es diferente a lo que hemos mencionado recién. Se trata de apenas unos minutos al comenzar y al terminar la clase, y no puede pretenderse que en esos minutos uno “descubra el sentido de la Vida” o “ingrese a un plano de conciencia superior”.
Cada cosa en su justa medida: si todos los días subo tres pisos por la escalera para hacer ejercicio, mi resistencia mejorará bastante, pero eso SÓLO no me alcanzará para escalar el cerro Aconcagua.
¿Y entonces?… Entonces aquí hablaremos de un tipo de Meditación sin contemplación y sin objetivo. Un tipo de Meditación que busca calmar el cuerpo y aquietar la mente, y que además mejora la conexión cuerpo-mente, aumentando la sincronización entre ambos.
Los médicos conocen la importancia de la relación estado físico – estado mental. A las personas depresivas suelen recetarle ejercicios moderados a intensos, ya que un cuerpo activo ayuda a “activar” la mente. Por la misma razón, las personas ansiosas o estresadas deben realizar ejercicios suaves y tranquilos, como el Yoga o ejercicios de respiración y meditación, ya que un cuerpo relajado ayuda a “aquietar” la mente. Por eso la Meditación nos ayuda a equilibrar el estado general del cuerpo.
En el mundo de hoy la mayoría de la gente vive ansiosa y apurada. Por eso yo explico que la Meditación al comenzar la clase “abre un paréntesis” dentro del cual colocamos la clase de TSD como en “un mundo aparte”, lo que nos permite enfocarnos en la clase y en nosotros mismos, dejando de lado lo que vivimos/sufrimos en el mundo exterior.
Y luego la Meditación al finalizar “cierra el paréntesis” de la clase de TSD, lo que nos permite “elaborar mentalmente” lo aprendido en clase, y nos ayuda a salir al mundo con un espíritu renovado y una mente relajada. Es necesario que existan esos “quiebres” en nuestro ritmo diario, caso contrario todo el día se vuelve un único conjunto confuso de stréss, presiones, corridas y frustración.
Algunos Instructores guían a los alumnos durante la Meditación, otros no, pero en muchos alumnos queda la duda: “¿Para qué me sirve hacer Meditación en la clase de TSD?”.
Hay libros enteros sobre Meditación, escritos por personas más sabias que yo en ese tema. Pero pocos alumnos tienen la posibilidad de leer libros completos para hallar una respuesta a esas preguntas. Hay también muchas notas distintas en revistas o en Internet, pero a veces son confusas o incluso hay autores que afirman lo que otros niegan. Para ayudar a los alumnos voy a dar algunas ideas para una mejor comprensión del tema.
La palabra “meditar” tiene varios significados: reflexionar, planear en la mente, razonar, o proponerse algo. La palabra “Meditación” viene de la raíz griega “medonai”, que significa pensar.
A veces se habla de meditar para referirse a la contemplación de un tema o de un objeto determinado: al meditar sobre una cuestión o un problema, podremos hallarle solución. Otras veces se dice que al meditar uno puede lograr un estado mental superior, entrando en algún tipo de trance o estado alternativo.
Sin embargo, la Meditación que uno debe realizar en la clase de TSD es diferente a lo que hemos mencionado recién. Se trata de apenas unos minutos al comenzar y al terminar la clase, y no puede pretenderse que en esos minutos uno “descubra el sentido de la Vida” o “ingrese a un plano de conciencia superior”.
Cada cosa en su justa medida: si todos los días subo tres pisos por la escalera para hacer ejercicio, mi resistencia mejorará bastante, pero eso SÓLO no me alcanzará para escalar el cerro Aconcagua.
¿Y entonces?… Entonces aquí hablaremos de un tipo de Meditación sin contemplación y sin objetivo. Un tipo de Meditación que busca calmar el cuerpo y aquietar la mente, y que además mejora la conexión cuerpo-mente, aumentando la sincronización entre ambos.
Los médicos conocen la importancia de la relación estado físico – estado mental. A las personas depresivas suelen recetarle ejercicios moderados a intensos, ya que un cuerpo activo ayuda a “activar” la mente. Por la misma razón, las personas ansiosas o estresadas deben realizar ejercicios suaves y tranquilos, como el Yoga o ejercicios de respiración y meditación, ya que un cuerpo relajado ayuda a “aquietar” la mente. Por eso la Meditación nos ayuda a equilibrar el estado general del cuerpo.
En el mundo de hoy la mayoría de la gente vive ansiosa y apurada. Por eso yo explico que la Meditación al comenzar la clase “abre un paréntesis” dentro del cual colocamos la clase de TSD como en “un mundo aparte”, lo que nos permite enfocarnos en la clase y en nosotros mismos, dejando de lado lo que vivimos/sufrimos en el mundo exterior.
Y luego la Meditación al finalizar “cierra el paréntesis” de la clase de TSD, lo que nos permite “elaborar mentalmente” lo aprendido en clase, y nos ayuda a salir al mundo con un espíritu renovado y una mente relajada. Es necesario que existan esos “quiebres” en nuestro ritmo diario, caso contrario todo el día se vuelve un único conjunto confuso de stréss, presiones, corridas y frustración.
COMO COMENZAREn este tipo de meditación usted se sienta en el suelo con las piernas cruzadas, la espalda recta, los brazos semi-estirados y las manos abiertas descansando sobre las rodillas. Normalmente se cierran los ojos para evitar distracciones, y se le indica al alumno que debe “concentrarse en la respiración”. Esto significa tomar aire por la nariz, llevarlo bien profundo hacia el fondo de los pulmones (“hasta el abdomen”), permitiendo que el abdomen se expanda, retener el aire por algunos segundos, y luego dejarlo salir sin esfuerzo por la boca, mientras se contraen los músculos del abdomen hacia adentro.
La clave física es: expandir el abdomen para que entre más aire en los pulmones, retener el aire para que se produzca un buen intercambio de oxígeno en los pulmones, y luego contraer el abdomen (“meter el estómago”) para que el aire de los pulmones sea totalmente expulsado al exterior.
La mente debe prestar atención a la respiración, siguiendo el recorrido del aire en los pulmones. Y por otro lado, es bueno tratar de “oír” los latidos de nuestro propio corazón. Enfoque su mente en su pecho… cierre los ojos… preste atención y espere…. Muy pronto sentirá (“oirá”) como su corazón late. Respire y oiga… oiga y respire… luego de unos minutos notará la diferencia en su mente.
La clave física es: expandir el abdomen para que entre más aire en los pulmones, retener el aire para que se produzca un buen intercambio de oxígeno en los pulmones, y luego contraer el abdomen (“meter el estómago”) para que el aire de los pulmones sea totalmente expulsado al exterior.
La mente debe prestar atención a la respiración, siguiendo el recorrido del aire en los pulmones. Y por otro lado, es bueno tratar de “oír” los latidos de nuestro propio corazón. Enfoque su mente en su pecho… cierre los ojos… preste atención y espere…. Muy pronto sentirá (“oirá”) como su corazón late. Respire y oiga… oiga y respire… luego de unos minutos notará la diferencia en su mente.
ACTITUD MENTAL AL MEDITAR
Uno de los puntos más “molestos” al realizar este tipo de Meditación en clase es la aparición constante de pensamientos de todo tipo. Todos vivimos en un mundo que nos bombardea con mensajes y sensaciones de todo tipo, y eso nos obliga a estar constantemente pendientes del exterior, hasta el punto que nos “olvidamos” de nuestro propio ser. Y esto llega hasta el punto de que luego de un tiempo “no sabemos estar tranquilos”, “no podemos estar solos”, “nos aburrimos” si no recibimos las últimas noticias, aunque estas noticias se refieran “al nuevo novio de la actriz XXX”, a las “elecciones en Finlandia” o a “un perro bailarín” (noticias de Yahoo! de un día cualquiera).
Cuando uno medita NO debe prestarle atención a los pensamientos. Los pensamientos vienen y van como la gente que camina por la calle. Lo que normalmente hacemos es tomar los pensamientos, “agarrarlos” con la mente y “darles vueltas y más vueltas”, con lo cual nuestra mente queda “enganchada” con esa idea. Pero luego viene otro pensamiento, y nuestra mente “salta sobre él”, y luego otro… y otro… y otro más… todo el día sin parar. Así la mente termina agotada. Para cortar este problema de raíz, lo que uno debe hacer es “no darle importancia” a los pensamientos durante la Meditación. Mi mente NO debe seguir a los pensamientos. Si los pensamientos vienen y uno no les presta atención, ellos se irán solos.
No es el momento de razonar ni de resolver problemas. No es el momento de aceptar algunos pensamientos y rechazar otros. Ya habrá tiempo luego para ver esos pensamientos, este tiempo de la Meditación debe ser SÓLO para conectarme conmigo mismo, para reconocer y sentir todo mi cuerpo como algo especial y mío, debo sentir que mi cuerpo y mi mente son “uno solo”. Esta Meditación debe servir para coordinar el funcionamiento de ambos en una sola unidad. Ese es el comienzo de nuestra “tranquilidad interior”, y cuando estemos tranquilos nuestro cuerpo y mente trabajarán mejor.
por SBN Ricardo A. Longinotti (7º Dan - TANG SOO DO MI GUK KWAN - ARGENTINA)
Uno de los puntos más “molestos” al realizar este tipo de Meditación en clase es la aparición constante de pensamientos de todo tipo. Todos vivimos en un mundo que nos bombardea con mensajes y sensaciones de todo tipo, y eso nos obliga a estar constantemente pendientes del exterior, hasta el punto que nos “olvidamos” de nuestro propio ser. Y esto llega hasta el punto de que luego de un tiempo “no sabemos estar tranquilos”, “no podemos estar solos”, “nos aburrimos” si no recibimos las últimas noticias, aunque estas noticias se refieran “al nuevo novio de la actriz XXX”, a las “elecciones en Finlandia” o a “un perro bailarín” (noticias de Yahoo! de un día cualquiera).
Cuando uno medita NO debe prestarle atención a los pensamientos. Los pensamientos vienen y van como la gente que camina por la calle. Lo que normalmente hacemos es tomar los pensamientos, “agarrarlos” con la mente y “darles vueltas y más vueltas”, con lo cual nuestra mente queda “enganchada” con esa idea. Pero luego viene otro pensamiento, y nuestra mente “salta sobre él”, y luego otro… y otro… y otro más… todo el día sin parar. Así la mente termina agotada. Para cortar este problema de raíz, lo que uno debe hacer es “no darle importancia” a los pensamientos durante la Meditación. Mi mente NO debe seguir a los pensamientos. Si los pensamientos vienen y uno no les presta atención, ellos se irán solos.
No es el momento de razonar ni de resolver problemas. No es el momento de aceptar algunos pensamientos y rechazar otros. Ya habrá tiempo luego para ver esos pensamientos, este tiempo de la Meditación debe ser SÓLO para conectarme conmigo mismo, para reconocer y sentir todo mi cuerpo como algo especial y mío, debo sentir que mi cuerpo y mi mente son “uno solo”. Esta Meditación debe servir para coordinar el funcionamiento de ambos en una sola unidad. Ese es el comienzo de nuestra “tranquilidad interior”, y cuando estemos tranquilos nuestro cuerpo y mente trabajarán mejor.
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por SBN Ricardo A. Longinotti (7º Dan - TANG SOO DO MI GUK KWAN - ARGENTINA)
NOTA: por cualquier duda o necesidad de mayores detalles sobre éste u otros temas de TSD, puede enviar un e-mail a tsdlonginotti@hotmail.com o dirigirse personalmente a las clases de TSD MGK, en los días y horarios especificados en el título de este Blog.
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