GOLPEE CON EL PUÑO
SIN LASTIMARSE
(Nota publicada en la revista YUDO KARATE de Argentina, pág. 41 mes Octubre Año 1977)
(Nota publicada en la revista YUDO KARATE de Argentina, pág. 41 mes Octubre Año 1977)
A pesar que es utilizado desde la existencia misma del hombre, la mayoría de la gente no tuvo, ni tiene aún, idea alguna de lo que significa el golpe de puño. Es más, muchos de los adeptos de las artes marciales (con consecuencias más nefastas dado su uso permanente), también lo ignoran. Para intentar comprender por qué el puño representa el golpe sólido por excelencia, se debe comenzar entendiendo algo de anatomía. Dos famosos médicos, Grant y Jasmajian, dieron una explicación.
EL PUÑO: A2-A5: Cabezas de los huesos del Metacarpo. B: Carpo. C: Fractura del Boxeador. - D: Radio. - E: Cúbito. En negro se muestran los huesos que intervienen en la transmisión de la fuerza F-1 en "Línea Recta"
Para efectuar un golpe de puño, hay que saber cómo hacerlo; de lo contrario, puede haber resultados algo "dolorosos". El gráfico muestra los huesos de la zona carpiana, la dirección de la fuerza y la superficie de contacto. Los huesos más delicados de las falanges no se muestran, por lo tanto el final de los metacarpos, los nudillos y parte de los dedos, “son” el golpe o la superficie de contacto. El impacto es absorbido por los huesos del metacarpo, y no por el resto de los dedos de la mano, que se hallan doblados hacia la palma de la mano todo el tiempo.
El contacto se hace con la cabeza del segundo y tercer metacarpiano solamente. Los especialistas arriba mencionados describieron las razones estructurales (anatómicas) que justifican esto de la siguiente manera:
1 – El segundo y tercer metacarpiano (índice A-2 y medio A-3) son huesos grandes y fuertes, el cuarto y quinto (anular A-4 y meñique A-5) son delicados y delgados.
2 – La base de cada uno (segundo y tercer metacarpiano) son individualmente tan amplios en superficie como el cuarto y quinto combinados. Esto permite transferir mejor la fuerza hacia los huesos del antebrazo, llamados radio y cúbito.
3 – El segundo y tercer metacarpiano (índice A-2 y medio A-3) están más asegurados y rígidos, mientras que el cuarto y quinto quedan más “libres y flotantes”. Incluso el movimiento de doblar la mano para cerrar el puño no logra estabilizarlos totalmente.
4 – La línea de transmisión de fuerzas del segundo y tercer metacarpiano F-1 está en línea recta desde la superficie de contacto (A-2 más A-3) hasta el radio (hueso del antebrazo), y pasa por los huesos más resistentes del carpo, que son el grupo de ocho pequeños huesos que forman la muñeca.
En cambio, la línea de transmisión de fuerzas del cuarto y quinto metacarpiano F-2 está fuera de línea con el radio, y pasa por huesos pequeños del carpo que no están bien conformados para llevar la fuerza.
5 – Finalmente los ligamentos que unen los numerosos huesos de la mano se encuentran acondicionados para soportar la transmisión de la fuerza en línea recta, y lo hacen más eficientemente desde el segundo y tercer metacarpiano.
De esta manera, se puede decir que la cadena de huesos por la cuál se proyecta la fuerza está formada - ¿por qué no intenta realizar el ejercicio en este instante? – por: segundo y tercer metacarpiano; carpos; radio; húmero (hueso largo del brazo); escápula; pecho; tronco; piernas; y por último, el suelo.
Es importante señalar que, por ejemplo, una lesión muy común entre los boxeadores es la denominada “fractura del boxeador”; que consiste en la fractura del quinto metacarpiano, ya que este hueso es demasiado débil para soportar un golpe fuerte.
Este tipo de fractura se está convirtiendo en la “favorita” de los karatekas, ya que cada día que pasa se rompen más huesos por el uso incorrecto del golpe con el canto de la mano.
Evidentemente, un golpe, no un “zapallazo”, bien aplicado requiere de una técnica y una posición precisas. De lo contrario, el resultado suele ser bastante “doloroso”.
De acuerdo a la experiencia, aplicación práctica de la teoría, los “principios fundamentales” para formar un puño son lo siguientes:
- Proyección de fuerza en línea recta.
- Adecuado contacto con las cabezas del segundo y tercer metacarpiano.
- Contracción isométrica de los músculos del antebrazo, y de los estabilizadores del codo y hombro (tríceps, deltoides, trapecios, etc.)
El contacto se hace con la cabeza del segundo y tercer metacarpiano solamente. Los especialistas arriba mencionados describieron las razones estructurales (anatómicas) que justifican esto de la siguiente manera:
1 – El segundo y tercer metacarpiano (índice A-2 y medio A-3) son huesos grandes y fuertes, el cuarto y quinto (anular A-4 y meñique A-5) son delicados y delgados.
2 – La base de cada uno (segundo y tercer metacarpiano) son individualmente tan amplios en superficie como el cuarto y quinto combinados. Esto permite transferir mejor la fuerza hacia los huesos del antebrazo, llamados radio y cúbito.
3 – El segundo y tercer metacarpiano (índice A-2 y medio A-3) están más asegurados y rígidos, mientras que el cuarto y quinto quedan más “libres y flotantes”. Incluso el movimiento de doblar la mano para cerrar el puño no logra estabilizarlos totalmente.
4 – La línea de transmisión de fuerzas del segundo y tercer metacarpiano F-1 está en línea recta desde la superficie de contacto (A-2 más A-3) hasta el radio (hueso del antebrazo), y pasa por los huesos más resistentes del carpo, que son el grupo de ocho pequeños huesos que forman la muñeca.
En cambio, la línea de transmisión de fuerzas del cuarto y quinto metacarpiano F-2 está fuera de línea con el radio, y pasa por huesos pequeños del carpo que no están bien conformados para llevar la fuerza.
5 – Finalmente los ligamentos que unen los numerosos huesos de la mano se encuentran acondicionados para soportar la transmisión de la fuerza en línea recta, y lo hacen más eficientemente desde el segundo y tercer metacarpiano.
De esta manera, se puede decir que la cadena de huesos por la cuál se proyecta la fuerza está formada - ¿por qué no intenta realizar el ejercicio en este instante? – por: segundo y tercer metacarpiano; carpos; radio; húmero (hueso largo del brazo); escápula; pecho; tronco; piernas; y por último, el suelo.
Es importante señalar que, por ejemplo, una lesión muy común entre los boxeadores es la denominada “fractura del boxeador”; que consiste en la fractura del quinto metacarpiano, ya que este hueso es demasiado débil para soportar un golpe fuerte.
Este tipo de fractura se está convirtiendo en la “favorita” de los karatekas, ya que cada día que pasa se rompen más huesos por el uso incorrecto del golpe con el canto de la mano.
Evidentemente, un golpe, no un “zapallazo”, bien aplicado requiere de una técnica y una posición precisas. De lo contrario, el resultado suele ser bastante “doloroso”.
De acuerdo a la experiencia, aplicación práctica de la teoría, los “principios fundamentales” para formar un puño son lo siguientes:
- Proyección de fuerza en línea recta.
- Adecuado contacto con las cabezas del segundo y tercer metacarpiano.
- Contracción isométrica de los músculos del antebrazo, y de los estabilizadores del codo y hombro (tríceps, deltoides, trapecios, etc.)
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