Era un domingo, antes de la Pascua de Resurrección. En una lectura del Evangelio, Jesús dice: “Les aseguro que si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda solo; pero si muere, dá mucho fruto.” (Juan 12; 24).
En la mentalidad de esa época, el grano que se desarrolla bajo tierra y se convierte en planta “muere” (desaparece) como grano, pero su destino va más allá de ser planta, su destino es llegar a “dar mucho fruto”. No olvidemos que las plantas finalmente mueren, y los que quedan son los frutos. Pero si el grano no se desarrolla (si no “muere”), no habrá planta ni frutos (“se queda solo”).
El Sacerdote tomó esta imagen para comentar cómo se vive hoy, y mostrar como muchas personas se preocupan por tener cosas, en vivir experiencias, en disfrutar momentos, PERO TODO POR Y PARA ELLOS MISMOS, SIN PENSAR EN NADIE MÁS. Está muy bien disfrutar la vida, pero la vida de todos tiene “fecha de vencimiento”… y luego de eso ¿qué?.Aunque tengamos varias casas, campos, tres autos, un yate, una gran empresa, cuentas bancarias, muchos trajes y zapatos a montón… luego de nuestra muerte ¿qué quedará de todo eso?
Una parte irá al Estado en concepto de impuestos, y el resto a algunos herederos que, si no nos acordamos de ellos en vida, poco se acordarán de nosotros luego de nuestra muerte. Una vida dedicada a satisfacer MI egoísmo y exaltar MI “YO”… y después no queda nada.
¿Qué tiene que ver esto con TSD? Mucho, si lo aplicamos a los Instructores.
Hace años escribí una nota explicando que muchos Instructores empiezan pensando en tener alumnos y un Doyang, luego quieren MÁS alumnos, luego OTRO Doyang, y MÁS alumnos, y que uno de sus alumnos llegue a Dan, y OTRO Doyang, y MÁS Danes, y MÁS... y MÁS… y MÁS…
Y lo peor es que esos Instructores hablan de esta manera: “MIS alumnos, MIS Danes, MIS Doyangs, MIS…, MIS…”. Ellos ya se ven a sí mismos como “Grandes Maestros”, y se sienten muy orgullosos de su “pequeño Reino-Asociación de Doyangs, Danes y alumnos”.
Pero hay dos problemas:
1 – los alumnos son personas libres que aceptan la guía del Instructor pero que no se convierten en “propiedad” de nadie,
2 - Los Instructores que se ven a sí mismos en la cúspide de la “pirámide” olvidan que ellos también fueron alumnos y Danes de algún Maestro. Y así como ellos “abandonaron” la pirámide de su Maestro para armar su propia pirámide, así también los alumnos y Danes de su propia pirámide en algún día los “abandonaran” a ellos. Porque los alumnos pronto se dan cuenta si son “sólo una piedra más en la pirámide”.
¿Y entonces? Veamos. Cuando pasa el tiempo ¿a quién recordamos más?
¿al Jefe de la empresa en la que trabajamos, o a una persona que nos haya querido sinceramente?
¿al que nos vendió una franquicia para abrir un negocio, o a los padres que se esforzaron por criarnos y darnos lo mejor de ellos?
¿a la persona que nos dió un seminario sobre Manejo Comercial del Doyang, o a quien nos ayudó a convertirnos en mejores seres humanos?
Un Instructor que tiene como meta de vida desarrollar una gran Asociación o Federación, con una vasta red de Dojangs, muchos Instructores y alumnos Y ÉL A LA CABEZA DE TODO ESO, ese Instructor podrá mejorar el nivel económico de sus Instructores, creará trabajo y difundirá el nombre de su escuela, pero no cumplirá su labor como Maestro de Artes Marciales. Si usted es así, en lugar de leer este Blog o libros de TSD es mejor que lea el libro “El Vendedor Más Grande del Mundo” y otros similares. Estará más de acuerdo con su personalidad.
En TSD se enseña tradicionalmente que el ser humano es Cuerpo, Mente y Espíritu, y actualmente en Sicología y Sociología se añade un cuarto elemento: la esfera Social. Una persona sólo puede desarrollar todo su potencial como ser humano si desarrolla y hace trabajar conjuntamente estas cuatro áreas.
El verdadero Maestro tiene como única meta mejorar la vida de TODOS los alumnos que lo siguen. Y eso incluye no sólo mejorar su estado físico, sus habilidades técnicas o incluso su ingreso económico; se trata de que TODOS fortalezcan su carácter, corrijan sus defectos de personalidad, sean honestos y respetuosos con todas las personas, mejoren su disciplina en todas las áreas de su vida, tengan una mejor imagen de sí mismos, sean más pacientes, sean corteses, ayuden a los más débiles, pongan toda su voluntad en cada labor que emprendan.
Y todo esto no debe ser una lista de “supuestos” beneficios para colocar en un aviso de propaganda del estilo, esto DEBE SER LA REALIDAD DE TODOS LOS DÍAS PARA TODOS LOS ALUMNOS. Si no es así, la mayor porción de culpa será del Instructor.
La relación de un verdadero Instructor con sus alumnos es la de un buen padre con sus hijos. Por encima de todo, para él están los hijos.
Un buen padre no “le vende” cosas a sus hijos.
Un buen padre no “usa” a sus hijos para promocionar su propia imagen.
Un buen padre no organiza una fiesta “para sus hijos” y luego resulta que ÉL es el centro de la fiesta.
Los padres que se “matan” trabajando para tener una gran casa/empresa (organización) “supuestamente” para sus hijos, terminan recibiendo los reproches de sus mismos hijos porque ellos querían un padre que los ayudara a crecer como personas en un mundo tan difícil, en vez de recibir SOLAMENTE una gran casa/empresa (organización).
Hay Instructores de Artes Marciales que hablan mucho de esfuerzo y dedicación para avanzar en su estilo, y luego “aprueban a todos los alumnos que se presentan a examen”. ¿Qué pueden aprender sus alumnos de ese “doble discurso”? Nada bueno.
Un consejo para los Instructores novatos: TSD no es una “píldora mágica”.
Algunos creen que enseñando el programa de TSD al pie de la letra, los alumnos “automáticamente” van a mejorar como practicantes y como seres humanos. ¡¡ERROR!!.
Los alumnos mejoran como practicantes y como seres humanos porque el Instructor ha trabajado desde el principio con el físico, la mente y el carácter de cada alumno con ese objetivo, y no sólo para sumar “más gente en la fila o en la Asociación”. El Instructor es el “grano” que se desarrolla en “planta” (clase en el Doyang) de la cuál saldrán “muchos y buenos frutos” (los alumnos maduros como buenos seres humanos).
Yo sé como quiero ser recordado por mis alumnos. Espero que usted también lo sepa.
*** NOTA ORIGINALMENTE PUBLICADA EN ESTE BLOG EL 24/04/2009 ***
SBN Ricardo A. Longinotti (7º Dan Tang Soo Do Mi Guk Kwan – Buenos Aires – Argentina)
En la mentalidad de esa época, el grano que se desarrolla bajo tierra y se convierte en planta “muere” (desaparece) como grano, pero su destino va más allá de ser planta, su destino es llegar a “dar mucho fruto”. No olvidemos que las plantas finalmente mueren, y los que quedan son los frutos. Pero si el grano no se desarrolla (si no “muere”), no habrá planta ni frutos (“se queda solo”).
El Sacerdote tomó esta imagen para comentar cómo se vive hoy, y mostrar como muchas personas se preocupan por tener cosas, en vivir experiencias, en disfrutar momentos, PERO TODO POR Y PARA ELLOS MISMOS, SIN PENSAR EN NADIE MÁS. Está muy bien disfrutar la vida, pero la vida de todos tiene “fecha de vencimiento”… y luego de eso ¿qué?.Aunque tengamos varias casas, campos, tres autos, un yate, una gran empresa, cuentas bancarias, muchos trajes y zapatos a montón… luego de nuestra muerte ¿qué quedará de todo eso?
Una parte irá al Estado en concepto de impuestos, y el resto a algunos herederos que, si no nos acordamos de ellos en vida, poco se acordarán de nosotros luego de nuestra muerte. Una vida dedicada a satisfacer MI egoísmo y exaltar MI “YO”… y después no queda nada.
¿Qué tiene que ver esto con TSD? Mucho, si lo aplicamos a los Instructores.
Hace años escribí una nota explicando que muchos Instructores empiezan pensando en tener alumnos y un Doyang, luego quieren MÁS alumnos, luego OTRO Doyang, y MÁS alumnos, y que uno de sus alumnos llegue a Dan, y OTRO Doyang, y MÁS Danes, y MÁS... y MÁS… y MÁS…
Y lo peor es que esos Instructores hablan de esta manera: “MIS alumnos, MIS Danes, MIS Doyangs, MIS…, MIS…”. Ellos ya se ven a sí mismos como “Grandes Maestros”, y se sienten muy orgullosos de su “pequeño Reino-Asociación de Doyangs, Danes y alumnos”.
Pero hay dos problemas:
1 – los alumnos son personas libres que aceptan la guía del Instructor pero que no se convierten en “propiedad” de nadie,
2 - Los Instructores que se ven a sí mismos en la cúspide de la “pirámide” olvidan que ellos también fueron alumnos y Danes de algún Maestro. Y así como ellos “abandonaron” la pirámide de su Maestro para armar su propia pirámide, así también los alumnos y Danes de su propia pirámide en algún día los “abandonaran” a ellos. Porque los alumnos pronto se dan cuenta si son “sólo una piedra más en la pirámide”.
¿Y entonces? Veamos. Cuando pasa el tiempo ¿a quién recordamos más?
¿al Jefe de la empresa en la que trabajamos, o a una persona que nos haya querido sinceramente?
¿al que nos vendió una franquicia para abrir un negocio, o a los padres que se esforzaron por criarnos y darnos lo mejor de ellos?
¿a la persona que nos dió un seminario sobre Manejo Comercial del Doyang, o a quien nos ayudó a convertirnos en mejores seres humanos?
Un Instructor que tiene como meta de vida desarrollar una gran Asociación o Federación, con una vasta red de Dojangs, muchos Instructores y alumnos Y ÉL A LA CABEZA DE TODO ESO, ese Instructor podrá mejorar el nivel económico de sus Instructores, creará trabajo y difundirá el nombre de su escuela, pero no cumplirá su labor como Maestro de Artes Marciales. Si usted es así, en lugar de leer este Blog o libros de TSD es mejor que lea el libro “El Vendedor Más Grande del Mundo” y otros similares. Estará más de acuerdo con su personalidad.
En TSD se enseña tradicionalmente que el ser humano es Cuerpo, Mente y Espíritu, y actualmente en Sicología y Sociología se añade un cuarto elemento: la esfera Social. Una persona sólo puede desarrollar todo su potencial como ser humano si desarrolla y hace trabajar conjuntamente estas cuatro áreas.
El verdadero Maestro tiene como única meta mejorar la vida de TODOS los alumnos que lo siguen. Y eso incluye no sólo mejorar su estado físico, sus habilidades técnicas o incluso su ingreso económico; se trata de que TODOS fortalezcan su carácter, corrijan sus defectos de personalidad, sean honestos y respetuosos con todas las personas, mejoren su disciplina en todas las áreas de su vida, tengan una mejor imagen de sí mismos, sean más pacientes, sean corteses, ayuden a los más débiles, pongan toda su voluntad en cada labor que emprendan.
Y todo esto no debe ser una lista de “supuestos” beneficios para colocar en un aviso de propaganda del estilo, esto DEBE SER LA REALIDAD DE TODOS LOS DÍAS PARA TODOS LOS ALUMNOS. Si no es así, la mayor porción de culpa será del Instructor.
La relación de un verdadero Instructor con sus alumnos es la de un buen padre con sus hijos. Por encima de todo, para él están los hijos.
Un buen padre no “le vende” cosas a sus hijos.
Un buen padre no “usa” a sus hijos para promocionar su propia imagen.
Un buen padre no organiza una fiesta “para sus hijos” y luego resulta que ÉL es el centro de la fiesta.
Los padres que se “matan” trabajando para tener una gran casa/empresa (organización) “supuestamente” para sus hijos, terminan recibiendo los reproches de sus mismos hijos porque ellos querían un padre que los ayudara a crecer como personas en un mundo tan difícil, en vez de recibir SOLAMENTE una gran casa/empresa (organización).
Hay Instructores de Artes Marciales que hablan mucho de esfuerzo y dedicación para avanzar en su estilo, y luego “aprueban a todos los alumnos que se presentan a examen”. ¿Qué pueden aprender sus alumnos de ese “doble discurso”? Nada bueno.
Un consejo para los Instructores novatos: TSD no es una “píldora mágica”.
Algunos creen que enseñando el programa de TSD al pie de la letra, los alumnos “automáticamente” van a mejorar como practicantes y como seres humanos. ¡¡ERROR!!.
Los alumnos mejoran como practicantes y como seres humanos porque el Instructor ha trabajado desde el principio con el físico, la mente y el carácter de cada alumno con ese objetivo, y no sólo para sumar “más gente en la fila o en la Asociación”. El Instructor es el “grano” que se desarrolla en “planta” (clase en el Doyang) de la cuál saldrán “muchos y buenos frutos” (los alumnos maduros como buenos seres humanos).
Yo sé como quiero ser recordado por mis alumnos. Espero que usted también lo sepa.
*** NOTA ORIGINALMENTE PUBLICADA EN ESTE BLOG EL 24/04/2009 ***
ACLARACIONES: algunas personas
preguntaron sobre las ideas que transmito en esta nota, y hago las siguientes
aclaraciones:
1) Toda persona que hace una tarea o brinda un servicio merece recibir
un salario o compensación por el esfuerzo, tiempo y conocimiento que ha brindado.
No pretendo decir en esta nota que los Instructores no deban cobrar una cuota
RAZONABLE por sus enseñanzas.
Lo que digo es que un
VERDADERO Profesor o Maestro de Artes Marciales es alguien hace/debe hacer MUCHO
MÁS que el simple vendedor de una tienda, que lo único que hace es tratar de
vender un producto y cobrarle el dinero a quien lo compró. El accionar de un
VERDADERO Profesor o Maestro de Artes Marciales es mucho más parecido al de un
médico, que cobra por su consulta pero tiene un compromiso MUCHO MAYOR hacia el
bienestar de quien lo consulta.
2) También recibí una
pregunta (un tanto cínica, por cierto): “Usted dice que un
Maestro debe darle a los alumnos lo mejor de sí mismo… que ellos son lo único
que realmente importa, pero ¿cuántas veces los alumnos no responden de la misma
manera? ¿qué gana el Maestro después de dar tanto?”
La
respuesta educada y “políticamente correcta” que dí fue:
“Si un Maestro hace bien su trabajo, dando
siempre lo mejor de sí como Guía y Formador de sus alumnos, para formarlos como
personas maduras y sanas física, mental y emocionalmente, seguramente LA MAYORÍA
de ellos sabrán ser agradecidos y reconocer lo que el Maestro les ha dado.”
La
respuesta “políticamente INCORRECTA”… que me vino enseguida a la mente y que NO
le dije fue:
“Si esta persona piensa así sobre enseñar, me
compadezco de los hijos que pueda tener (ahora o en el futuro). Con esa mentalidad de “dar sólo si se recibe”,
seguramente les dirá a sus hijos: “Bien, yo me voy a ocupar de criarlos
y educarlos, pero… ¿QUÉ ME VAN A DAR USTEDES A MÍ A CAMBIO?”
NOTA: por cualquier duda o necesidad de mayores detalles sobre éste u otros temas de TSD, puede enviar un e-mail a tsdlonginotti@hotmail.com o dirigirse personalmente a las clases de TSD MGK, en los días y horarios especificados en el título de este Blog.
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