Por Susan White (cinturón verde, candidato a 3ºGup de TSD MGK)
Traducción del artículo publicado en “MI GUK KWAN NEWS” de Octubre de 2008 (Vol. 11 Número 4 - Pág. 17 y 18), realizada por SBN Ricardo A. Longinotti. Puede consultarse el original en inglés en www.tsdmgk.com, sección Newsletters.
Yo creo que el entrenamiento mental es el aspecto más importante de Tang Soo Do. Esto no sólo se refiere a ser capaz de recitar los detalles acerca del escudo, traducir los comandos en idioma coreano, o memorizar formas y técnicas de un paso. El entrenamiento mental se refiere a cómo desarrollar la actitud, el coraje, la concentración y la resistencia que se requieren para llegar a ser un artista marcial exitoso. El entrenamiento mental es tan importante para el arte de Tang Soo Do, que cuatro de los Ocho Conceptos Claves son procesos mentales: coraje, concentración, honestidad y humildad. Todos los 12 Tenets (“Doce Dogmas”) de Tang Soo Do tienen una estrecha relación con el entrenamiento mental, como así también los Seven Rights (“Siete actitudes correctas”). Sin el entrenamiento mental, es difícil soportar los aspectos físicos del entrenamiento de artes marciales. El entrenamiento mental no se trata sólo de leer libros o adquirir conocimientos. Avanzar por la vida día a día, tratar con la gente, hacer y honrar nuestros compromisos nos proporciona situaciones donde debemos ejercitar intensamente nuestro entrenamiento mental. Los Diez Artículos de Fe podrían parecer que tienen poco que ver con el entrenamiento mental pero, en realidad, estos nos proporcionan el más enérgico entrenamiento para su mente.
Ser leal a su propio país no parece ser una cosa difícil de hacer. Pero cuando usted le agrega que debe sacrificarse para cumplir con su deber con su país y con su gente, llegamos a la parte difícil del tema. Cada vez que usted se sacrifica algo, su fortaleza mental se incrementa. ¿Esto quiere decir que debemos enrolarnos en las Fuerzas Armadas y pelear en una guerra para ser leales a nuestro país? No. Esto significa que usted debe hacer su parte para que su país se convierta en un mejor lugar para vivir, para usted mismo y sus conciudadanos. El Presidente John F. Kennedy comprendía muy bien este principio cuando dijo: “No pregunte que puede hacer su país por usted, pregúntese que puede hacer usted por su país”. El sacrificio nos lleva hacia el servicio, y el servicio nos lleva hacia la humildad. Cuando hayamos llegado al punto de ser verdaderamente humildes en nuestra vida diaria, nuestras mentes se abrirán y nos volveremos más fuertes, tanto mental como físicamente.
Como todos sabemos, puede ser difícil ser obediente con nuestros padres y mayores, especialmente cuando nosotros no miramos el escenario completo. Muchas veces nosotros vivimos enfocados en el momento inmediato y no entendemos que todas las cosas importantes han necesitado de una buena decisión previa. Parece que estuviéramos destinados a aprender las cosas por el camino difícil, en lugar de tener en cuenta los consejos de alguien que haya aprendido esas mismas cosas antes que nosotros, por el camino difícil. Ser obediente con nuestros padres y mayores construye confianza y un carácter fuerte. Desarrollar confianza abre nuestras mentes hacia nuevas cosas. Desarrollar un carácter fuerte nos permite utilizar nuestro conocimiento y energía en caminos que sean beneficiosos para la humanidad.
Cualquier persona que haya estado casada por un cierto tiempo sabe que no siempre es fácil actuar en forma cariñosa con el/la propio/a marido/esposa. El matrimonio es un gran compromiso. Por alguna razón, cuando uno comienza el matrimonio, lo hace pensando que cada cosa va a ser maravillosa y que vamos a vivir felices para siempre. Me temo que la felicidad matrimonial absoluta es un mito. En la 1ra Epístola a los Corintios, San Pablo escribe: “(Si te casas, no pecas. Y si una joven se casa, tampoco peca). Pero los que lo hagan, sufrirán tribulaciones en su carne que yo quisiera evitarles” (1ra. Corintios 7:28) [ Nota del Traductor: en letra negrita está la parte de la cita bíblica mencionada por la autora del artículo, en paréntesis y letra itálica se ha agregado el inicio de la cita, para una mejor comprensión. Fuente: “El Libro del Pueblo de Dios – La Biblia”.] No es exactamente un alegre respaldo al matrimonio. El amor no se sostiene por sí mismo. Es necesaria una vida entera de trabajo, sacrificio, cariño y humildad para hacer que un matrimonio funcione. Para que un matrimonio funcione se necesita tener un compromiso serio y disciplina. Cuando desarrollamos compromiso y disciplina, nosotros podremos superar las tareas difíciles que aparezcan en nuestro camino, tanto en la vida como en nuestro entrenamiento de artes marciales. Nuestro compromiso y disciplina nos permitirían seguir andando aún luego de haber chocado contra una pared, tanto en la vida como en nuestro entrenamiento.
Ser cooperativo con nuestros hermanos es otro importante ejercicio mental. Las personas son diferentes. Nosotros usualmente desarrollamos relaciones con personas de ideas e intereses similares a los nuestros, pero siempre existe el factor individual. No siempre es fácil cooperar con la gente cuando sus sentimientos y agendas son diferentes de las nuestras. La parte buena acerca de esto es que cada uno tiene algo distinto para agregar al conjunto. Cuando entendemos nuestras diferencias como fuerzas válidas, podemos desarrollar una constelación de colaboradores que nos permitirán realizar cosas sorprendentes si trabajamos todos unidos. Si podemos formar un grupo dónde cada uno hace aquello que sólo él o ella puede hacer… ¡imaginen la efectividad de ese grupo! La cooperación construye unidad, y cuando desarrollamos unidad vamos a tener una hermandad que podrá a ayudarnos a soportar los tiempos difíciles.
Ser respetuoso es importante en cualquier relación, pero respetar a nuestros mayores es esencial para nuestra vida. Las personas que son mayores que nosotros han vivido y aprendido mucho acerca del mundo y sobre cómo manejarse en él. Mostrar respeto hacia nuestros mayores nos permitirá tener acceso a los beneficios de su sabiduría y experiencia, y nos ayudará a desarrollar nuestra propia humildad. Nosotros debemos protegerlos ahora a ellos, ya que una vez ellos fueron nuestros protectores y nuestra fortaleza. Ellos nos han dado a nosotros todo lo que ellos tenían, y ahora nosotros debemos devolverles el favor demostrándoles respeto y honrándolos.
Ser leal hacia nuestro maestro a través del cumplimiento de nuestro deber, mostrándole lealtad y afecto puede expandir mucho nuestra mente. Es fácil ser leal y ayudar a nuestro maestro cuando las cosas van bien. Cuando usted es el alumno predilecto y no comete ningún error. ¿Pero qué pasa cuándo las cosas se ponen difíciles? ¿Cómo ser leal cuándo uno tiene que hacer 32 formas en un Examen, o cuándo no le permite presentarse a Examen porque no tiene la cantidad mínima de clases requerida? Puede ser que usted no sea promovido de rango porque no pudo romper una tabla durante su Examen. Quizás usted no pueda pasar de grado porque su maestro considera que usted no ha hecho su mejor esfuerzo. Estos son los tiempos en lo que mantener su fidelidad es más importante. Esos son los tiempos cuando ser leal le redituará más beneficios. Su maestro está allí para sacar lo mejor de usted. Él sabe que darle a usted algo que usted realmente no se ha ganado no le traerá felicidad. Cada vez que usted trabaja duro para ganar algo, usted construye más fortaleza mental y disciplina. Ser leal a su maestro durante los buenos y los malos tiempos le permitirá ampliar los límites de su mente y de su cuerpo.
Desarrollar amistades fuertes es importante para su salud mental. Nosotros no elegimos la familia en la que hemos nacido, pero podemos elegir a nuestros amigos. Pero aún las mejores amistades a veces se ponen a prueba. Nosotros debemos mantenernos fieles a nuestros amigos y mantener relaciones saludables con ellos. Serán sus amigos los que los ayudarán a pasar por los malos tiempos, y a disfrutar los buenos tiempos. Es nuestro deber estar junto a nuestros amigos tanto en sus buenos como en sus malos tiempos. Ser leal a nuestros amigos nos permitirá desarrollar paz y armonía en nuestras propias vidas. Cuando uno experimenta paz y armonía, su mente es capaz de crecer y de fortalecerse.
Enfrentar el combate sólo con justicia y con honor implica una gran fortaleza mental. Nosotros debemos tener la sabiduría para saber qué es correcto y qué es incorrecto, y por qué razón uno está combatiendo. Combate no es sólo guerra. La vida diaria está llena de combates. Con nuestros hijos, nuestros parientes, nuestros colegas, nuestros jefes, nuestros estudiantes, con nosotros mismos. Cuando elegimos pelear una batalla, habiendo discernido si es justificada, debemos hacerlo con honor. Cuando peleamos con honor, nosotros ganaremos el respeto de aquellos que pelean junto a nosotros, e incluso de nuestros oponentes. Nosotros debemos ganarnos el respeto de los otros, esto nos abrirá puertas que expandirán nuestros horizontes.
Nunca retroceder en la batalla es otro concepto duro de cumplir. La batalla es algo feo. Es duro cuando estamos envueltos en la batalla de la vida. Si hemos decidido dar la batalla con justicia y con honor, entonces no podemos retroceder. Es posible que reconsideremos nuestra estrategia, y que enfrentemos luego la batalla desde otro ángulo, pero debemos continuar la lucha. Esta actitud nos ayudará a desarrollar fortaleza mental. Al tener más fortaleza mental, podremos empujar nuestros cuerpos más allá de lo que percibimos como nuestros límites físicos y mentales.
Finalmente, siempre debemos terminar lo que hemos comenzado. Esto nos brinda un sentimiento de realización y de respeto por nosotros mismos. Si nosotros estamos continuamente renunciando y abandonando cosas, dejaremos de crecer mentalmente. Si dejamos de crecer mentalmente, entonces nos consumiremos.
Nuestro cerebro controla nuestro cuerpo y nuestra mente controla nuestro espíritu. Para mantener nuestra existencia, debemos alimentar tanto nuestros cuerpos como nuestros espíritus. Cumplir los Diez Artículos de Fe nos ejercita de manera tal que nos ayuda a fortalecer nuestras mentes. Tener una mente fuerte no sólo nos convertirá en mejores artistas marciales, sino que también nos hará mejores personas. Fortalecer nuestra mente es esencial para mantener saludable nuestro espíritu. Mantener saludable nuestro espíritu nos permitirá vivir en paz y armonía. Cuando vivimos en paz y armonía, nuestros cuerpos se mantienen saludables. Tener nuestra mente, cuerpo y espíritu saludables nos conducirá a una vida feliz, y esto, en definitiva, es lo que todos nos esforzamos por lograr.
Traducción del artículo publicado en “MI GUK KWAN NEWS” de Octubre de 2008 (Vol. 11 Número 4 - Pág. 17 y 18), realizada por SBN Ricardo A. Longinotti. Puede consultarse el original en inglés en www.tsdmgk.com, sección Newsletters.
Yo creo que el entrenamiento mental es el aspecto más importante de Tang Soo Do. Esto no sólo se refiere a ser capaz de recitar los detalles acerca del escudo, traducir los comandos en idioma coreano, o memorizar formas y técnicas de un paso. El entrenamiento mental se refiere a cómo desarrollar la actitud, el coraje, la concentración y la resistencia que se requieren para llegar a ser un artista marcial exitoso. El entrenamiento mental es tan importante para el arte de Tang Soo Do, que cuatro de los Ocho Conceptos Claves son procesos mentales: coraje, concentración, honestidad y humildad. Todos los 12 Tenets (“Doce Dogmas”) de Tang Soo Do tienen una estrecha relación con el entrenamiento mental, como así también los Seven Rights (“Siete actitudes correctas”). Sin el entrenamiento mental, es difícil soportar los aspectos físicos del entrenamiento de artes marciales. El entrenamiento mental no se trata sólo de leer libros o adquirir conocimientos. Avanzar por la vida día a día, tratar con la gente, hacer y honrar nuestros compromisos nos proporciona situaciones donde debemos ejercitar intensamente nuestro entrenamiento mental. Los Diez Artículos de Fe podrían parecer que tienen poco que ver con el entrenamiento mental pero, en realidad, estos nos proporcionan el más enérgico entrenamiento para su mente.
Ser leal a su propio país no parece ser una cosa difícil de hacer. Pero cuando usted le agrega que debe sacrificarse para cumplir con su deber con su país y con su gente, llegamos a la parte difícil del tema. Cada vez que usted se sacrifica algo, su fortaleza mental se incrementa. ¿Esto quiere decir que debemos enrolarnos en las Fuerzas Armadas y pelear en una guerra para ser leales a nuestro país? No. Esto significa que usted debe hacer su parte para que su país se convierta en un mejor lugar para vivir, para usted mismo y sus conciudadanos. El Presidente John F. Kennedy comprendía muy bien este principio cuando dijo: “No pregunte que puede hacer su país por usted, pregúntese que puede hacer usted por su país”. El sacrificio nos lleva hacia el servicio, y el servicio nos lleva hacia la humildad. Cuando hayamos llegado al punto de ser verdaderamente humildes en nuestra vida diaria, nuestras mentes se abrirán y nos volveremos más fuertes, tanto mental como físicamente.
Como todos sabemos, puede ser difícil ser obediente con nuestros padres y mayores, especialmente cuando nosotros no miramos el escenario completo. Muchas veces nosotros vivimos enfocados en el momento inmediato y no entendemos que todas las cosas importantes han necesitado de una buena decisión previa. Parece que estuviéramos destinados a aprender las cosas por el camino difícil, en lugar de tener en cuenta los consejos de alguien que haya aprendido esas mismas cosas antes que nosotros, por el camino difícil. Ser obediente con nuestros padres y mayores construye confianza y un carácter fuerte. Desarrollar confianza abre nuestras mentes hacia nuevas cosas. Desarrollar un carácter fuerte nos permite utilizar nuestro conocimiento y energía en caminos que sean beneficiosos para la humanidad.
Cualquier persona que haya estado casada por un cierto tiempo sabe que no siempre es fácil actuar en forma cariñosa con el/la propio/a marido/esposa. El matrimonio es un gran compromiso. Por alguna razón, cuando uno comienza el matrimonio, lo hace pensando que cada cosa va a ser maravillosa y que vamos a vivir felices para siempre. Me temo que la felicidad matrimonial absoluta es un mito. En la 1ra Epístola a los Corintios, San Pablo escribe: “(Si te casas, no pecas. Y si una joven se casa, tampoco peca). Pero los que lo hagan, sufrirán tribulaciones en su carne que yo quisiera evitarles” (1ra. Corintios 7:28) [ Nota del Traductor: en letra negrita está la parte de la cita bíblica mencionada por la autora del artículo, en paréntesis y letra itálica se ha agregado el inicio de la cita, para una mejor comprensión. Fuente: “El Libro del Pueblo de Dios – La Biblia”.] No es exactamente un alegre respaldo al matrimonio. El amor no se sostiene por sí mismo. Es necesaria una vida entera de trabajo, sacrificio, cariño y humildad para hacer que un matrimonio funcione. Para que un matrimonio funcione se necesita tener un compromiso serio y disciplina. Cuando desarrollamos compromiso y disciplina, nosotros podremos superar las tareas difíciles que aparezcan en nuestro camino, tanto en la vida como en nuestro entrenamiento de artes marciales. Nuestro compromiso y disciplina nos permitirían seguir andando aún luego de haber chocado contra una pared, tanto en la vida como en nuestro entrenamiento.
Ser cooperativo con nuestros hermanos es otro importante ejercicio mental. Las personas son diferentes. Nosotros usualmente desarrollamos relaciones con personas de ideas e intereses similares a los nuestros, pero siempre existe el factor individual. No siempre es fácil cooperar con la gente cuando sus sentimientos y agendas son diferentes de las nuestras. La parte buena acerca de esto es que cada uno tiene algo distinto para agregar al conjunto. Cuando entendemos nuestras diferencias como fuerzas válidas, podemos desarrollar una constelación de colaboradores que nos permitirán realizar cosas sorprendentes si trabajamos todos unidos. Si podemos formar un grupo dónde cada uno hace aquello que sólo él o ella puede hacer… ¡imaginen la efectividad de ese grupo! La cooperación construye unidad, y cuando desarrollamos unidad vamos a tener una hermandad que podrá a ayudarnos a soportar los tiempos difíciles.
Ser respetuoso es importante en cualquier relación, pero respetar a nuestros mayores es esencial para nuestra vida. Las personas que son mayores que nosotros han vivido y aprendido mucho acerca del mundo y sobre cómo manejarse en él. Mostrar respeto hacia nuestros mayores nos permitirá tener acceso a los beneficios de su sabiduría y experiencia, y nos ayudará a desarrollar nuestra propia humildad. Nosotros debemos protegerlos ahora a ellos, ya que una vez ellos fueron nuestros protectores y nuestra fortaleza. Ellos nos han dado a nosotros todo lo que ellos tenían, y ahora nosotros debemos devolverles el favor demostrándoles respeto y honrándolos.
Ser leal hacia nuestro maestro a través del cumplimiento de nuestro deber, mostrándole lealtad y afecto puede expandir mucho nuestra mente. Es fácil ser leal y ayudar a nuestro maestro cuando las cosas van bien. Cuando usted es el alumno predilecto y no comete ningún error. ¿Pero qué pasa cuándo las cosas se ponen difíciles? ¿Cómo ser leal cuándo uno tiene que hacer 32 formas en un Examen, o cuándo no le permite presentarse a Examen porque no tiene la cantidad mínima de clases requerida? Puede ser que usted no sea promovido de rango porque no pudo romper una tabla durante su Examen. Quizás usted no pueda pasar de grado porque su maestro considera que usted no ha hecho su mejor esfuerzo. Estos son los tiempos en lo que mantener su fidelidad es más importante. Esos son los tiempos cuando ser leal le redituará más beneficios. Su maestro está allí para sacar lo mejor de usted. Él sabe que darle a usted algo que usted realmente no se ha ganado no le traerá felicidad. Cada vez que usted trabaja duro para ganar algo, usted construye más fortaleza mental y disciplina. Ser leal a su maestro durante los buenos y los malos tiempos le permitirá ampliar los límites de su mente y de su cuerpo.
Desarrollar amistades fuertes es importante para su salud mental. Nosotros no elegimos la familia en la que hemos nacido, pero podemos elegir a nuestros amigos. Pero aún las mejores amistades a veces se ponen a prueba. Nosotros debemos mantenernos fieles a nuestros amigos y mantener relaciones saludables con ellos. Serán sus amigos los que los ayudarán a pasar por los malos tiempos, y a disfrutar los buenos tiempos. Es nuestro deber estar junto a nuestros amigos tanto en sus buenos como en sus malos tiempos. Ser leal a nuestros amigos nos permitirá desarrollar paz y armonía en nuestras propias vidas. Cuando uno experimenta paz y armonía, su mente es capaz de crecer y de fortalecerse.
Enfrentar el combate sólo con justicia y con honor implica una gran fortaleza mental. Nosotros debemos tener la sabiduría para saber qué es correcto y qué es incorrecto, y por qué razón uno está combatiendo. Combate no es sólo guerra. La vida diaria está llena de combates. Con nuestros hijos, nuestros parientes, nuestros colegas, nuestros jefes, nuestros estudiantes, con nosotros mismos. Cuando elegimos pelear una batalla, habiendo discernido si es justificada, debemos hacerlo con honor. Cuando peleamos con honor, nosotros ganaremos el respeto de aquellos que pelean junto a nosotros, e incluso de nuestros oponentes. Nosotros debemos ganarnos el respeto de los otros, esto nos abrirá puertas que expandirán nuestros horizontes.
Nunca retroceder en la batalla es otro concepto duro de cumplir. La batalla es algo feo. Es duro cuando estamos envueltos en la batalla de la vida. Si hemos decidido dar la batalla con justicia y con honor, entonces no podemos retroceder. Es posible que reconsideremos nuestra estrategia, y que enfrentemos luego la batalla desde otro ángulo, pero debemos continuar la lucha. Esta actitud nos ayudará a desarrollar fortaleza mental. Al tener más fortaleza mental, podremos empujar nuestros cuerpos más allá de lo que percibimos como nuestros límites físicos y mentales.
Finalmente, siempre debemos terminar lo que hemos comenzado. Esto nos brinda un sentimiento de realización y de respeto por nosotros mismos. Si nosotros estamos continuamente renunciando y abandonando cosas, dejaremos de crecer mentalmente. Si dejamos de crecer mentalmente, entonces nos consumiremos.
Nuestro cerebro controla nuestro cuerpo y nuestra mente controla nuestro espíritu. Para mantener nuestra existencia, debemos alimentar tanto nuestros cuerpos como nuestros espíritus. Cumplir los Diez Artículos de Fe nos ejercita de manera tal que nos ayuda a fortalecer nuestras mentes. Tener una mente fuerte no sólo nos convertirá en mejores artistas marciales, sino que también nos hará mejores personas. Fortalecer nuestra mente es esencial para mantener saludable nuestro espíritu. Mantener saludable nuestro espíritu nos permitirá vivir en paz y armonía. Cuando vivimos en paz y armonía, nuestros cuerpos se mantienen saludables. Tener nuestra mente, cuerpo y espíritu saludables nos conducirá a una vida feliz, y esto, en definitiva, es lo que todos nos esforzamos por lograr.
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