Esta nota comienza con una historia que no tiene que ver con TSD… pero que me generó una reflexión sobre TSD… la que incluyo más abajo, en la PARTE 2.
En mi opinión, esta historia es muy buena y se las recomiendo… pero si no la quieren leer, salten directamente a la PARTE 2.
PARTE 1: El Artista de Circo en el
Sagrario
Antes de contar esta historia, debo hacer algunas
aclaraciones para los lectores no católicos.
Los cristianos católicos y los cristianos ortodoxos
creemos que, cuando en la Misa el Sacerdote realiza la Consagración de las
Hostias y el Vino, en ese momento Jesús mismo ingresa en las Hostias y el Vino
en forma real, y a partir de ese momento éstas se convierten en el Cuerpo y la
Sangre de Cristo.
Las Hostias así consagradas se reparten entre los
fieles, que deben comulgar (ingerir) allí mismo dichas Hostias.
Como usualmente quedan Hostias consagradas luego de
cada Misa, en cada Iglesia o Parroquia hay un sector especial con un
Tabernáculo, donde se guardan en copones las Hostias consagradas que no se
consumieron. Y para los católicos y los ortodoxos, Jesús mismo sigue presente
en dichas Hostias consagradas.
Ese Tabernáculo (y la zona frente a él) se denomina
Sagrario… y es el lugar más sagrado de la Iglesia o Parroquia… el Sancta
Sanctorum.
Si dentro de una Iglesia o Parroquia, por ser
un lugar de oración y adoración, no se debe comer, beber, jugar ni gritar o
hablar fuerte o sobre temas profanos… en el Sagrario el comportamiento debe ser
mucho más medido… es un lugar de meditación y oración profunda… el lugar donde
el católico y el ortodoxo “van a estar cara a
cara con Jesús mismo, presente en las Hostias consagradas”.
Y también creemos que Jesús mismo sigue allí, en las Hostias consagradas, cuando la Iglesia está vacía… solo… esperando a que se acuerden de él. (traducción del texto de la estampa: "JESÚS ESTÁ VIVO EN LA SANTÍSIMA EUCARISTÍA... Y TE AMA... ¿POR QUÉ LO DEJAS SOLO?" )
Sé que varios lectores pueden no creer en lo anterior...
pero deben tenerlo presente para entender la historia que quiero contarles.
A un pueblo pequeño de un país católico, digamos 90 o 100
años atrás, llegó un circo ambulante, con toda su troupe de payasos,
equilibristas y demás.
Un día, a la hora de la siesta, la Parroquia del
pueblo estaba vacía, y tenía sus puertas abiertas, como era usual, para que
cualquiera pudiera entrar unos minutos a orar.
El Sacerdote entró a la Parroquia desde la calle… y
notó que había alguien en el Sagrario.
Al acercarse, se dio cuenta de que era uno de los
miembros del circo, uno de esos acróbatas y saltimbanquis que realizan toda
suerte de trucos, saltos y acrobacias en cada función… pero… ¡¡Horror!!...
estaba haciendo todos sus trucos, acrobacias y maromas justo frente al Tabernáculo,
en el Sagrario.
El Sacerdote se indignó terriblemente: “¿Cómo va a hacer eso en el Sagrario?” “¡¡Qué falta de respeto!!” …
incluso pensó que se estaba entrenando… y con toda la furia fue casi corriendo
a sacarlo de allí, cuando…
“Alguien” le susurró en su cerebro: “Espera y mira”.
Así lo hizo, y se dió cuenta que el hombre era la
“gran estrella” del circo visitante… y que no estaba entrenando… estaba
ejecutando cada una de sus cabriolas, trucos y saltos con la máxima
concentración… transpirando por el gran esfuerzo… como en una gran presentación
de su acto.
Y al terminar, el saltimbanqui hizo una elegante y
profunda reverencia hacia el Tabernáculo, tomó sus cosas y salió de la
Parroquia.
El Sacerdote se había movido en silencio hacia un
costado de la puerta, y el saltimbanqui nunca lo vió… no hablaron ni una
palabra… pero ya no era necesario.
Ese gran esfuerzo y la reverencia final hacia un lugar
“vacío” … sólo podía tener un destinatario: Jesús en el Sagrario.
Era evidente que el saltimbanqui creía que Jesús
estaba realmente presente en el Sagrario… y que, en medio de la tarde, con la Parroquia
vacía… Jesús se debía sentir solo…
Por eso, el saltimbanqui, en una demostración conmovedora
de Fe y amor por Él… fue a verlo al Sagrario para que no estuviera tan solo, al
menos por un rato… y le ofreció lo mejor que tenía… lo mejor que le podía dar…
una demostración de lo mejor de su arte… sólo para él.
Y uno casi podría “ver” a Jesús sentado en el
Sagrario, feliz de que lo fueron a ver… y aplaudiendo encantado cada una de las
suertes con las que el gran saltimbanqui quería homenajearlo.
Hasta aquí la historia… pero hay una reflexión más: “¿de dónde sacó ese saltimbanqui todos esos trucos y habilidades” … se lo habrán enseñado… SÍ… los habrá practicado mucho… SÍ… pero todos sabemos que la mayoría no puede hacer ciertas cosas con un nivel tal que los demás lo admiren… como para ser “la gran estrella”… todos sabemos que los mejores en cada actividad “nacen” con ciertas habilidades innatas, con ciertos dones… que luego con aprendizaje y mucho esfuerzo, ellos pueden hacer fructificar.
¿Y Quién le da a cada persona esas habilidades innatas
y dones… que algunos hacen fructificar… otros aprovechan poco… y otros olvidan
o desperdician… sin beneficiar con esos dones ni ellos ni a los demás?
(Nota: si alguien
piensa que estoy “plagiando” la Parábola de los Diez Talentos… está en lo cierto).
Entonces… más allá del entretenimiento que el saltimbanqui pueda haberle dado a Jesús con su demostración... me animo a decir que Jesús habrá sentido cierta satisfacción… al ver que esas habilidades y dones que Él le había dado al saltimbanqui al nacer… éste los había cultivado, trabajado y hecho fructificar… para Su deleite… y el de todos los niños y no tan niños que lo disfrutaban en cada función de circo.
PARTE
2: La reflexión
Varios de los que leyeron la PARTE 1 se preguntarán: “¿Qué tiene que ver esto con Tang Soo Do?” .
La clave está en esta
frase: “al ver que esas habilidades y dones que Él
le había dado al saltimbanqui al nacer… éste los había cultivado, trabajado y
hecho fructificar…”
Tengo 46 años de práctica en TSD… he avanzado mucho en graduación y conocimiento… y durante muchos años he podido dar muestras de bastante habilidad en las técnicas de TSD.
Y a mí NO me cuesta
nada ver que todo mi esfuerzo, búsqueda de conocimiento y dedicación no me
hubieran llevado hasta aquí… si no fuera porque DIOS me dio al nacer ciertas
habilidades y dones que yo hice fructificar.
DIOS me dió las
semillas… y yo fui el jardinero que las planté, cuidé, regué y podé… hasta que
dieron frondosos árboles y hermosos frutos… frutos que no estaban allí para mi
deleite exclusivo… sino que estaban y están destinados a ser compartidos con
los demás, para que ellos se beneficien también.
Si alguno de los
lectores se preguntó alguna vez la razón que me lleva a escribir tantas notas
en mi Blog… en lo anterior tiene la respuesta.
Y aquí viene la razón de esta nota. Le pregunto, querido lector:
¿Entiende
las habilidades y dones que le han sido dados?
¿Ha
hecho fructificar esos dones?
¿Los
hizo fructificar para su beneficio solamente… o también benefició a los demás?
La última pregunta es clave: muchos Instructores, Profesores y Maestros entenderán que han hecho fructificar sus dones al generar gran cantidad de alumnos, varios campeones, muchas filiales de su Escuela… hasta tener una “gran organización”… que ellos dirigen sabiamente…
Conozco muchas personas
así… que son bienintencionadas.
También conozco de los
otros… los negociantes y los ego-maníacos… pero ésos no leen mi Blog… así que no
los tendremos en cuenta.
Volviendo a los
bienintencionados... es común que se preocupen por armar un gran Programa de Estudio,
muchas actividades, grandes eventos y que así creen que están haciendo algo
“exitoso”.
MI OPINIÓN es que si
usted dicta clases con 30 alumnos o más… es seguro que varios de esos alumnos no
aprovecharán demasiado su clase: me explico… ¿los 30 alumnos usan todos el
mismo talle de Do Bok? ¿tiene la misma edad y peso? ¿son todos del mismo sexo?...
entonces… si usted dicta una clase para que TODOS sigan “un único Programa de Estudios”, por
más maravilloso que sea, a varios de sus alumnos no les acomodará bien.
Es como pretender alimentar
en forma equilibrada y nutritiva a todos los alumnos de un Colegio Primario y
Secundario… dándoles a todos el mismo menú (misma cantidad y composición)…
los niños de 6 años no necesitan exactamente los mismos alimentos y cantidades
que los preadolescentes de 12 o los jóvenes de 17años.
El tema es que armar y
llevar adelante la “gran” Organización puede llenarlo de orgullo, reconocimiento…
y dinero… pero si usted quiere REALMENTE darle lo mejor a cada uno de sus
alumnos… puede darles en PARTE de la clase el Programa General… pero una buena
parte debe ser enfocada en las necesidades y posibilidades de cada alumno.
Entonces me dirán: “Si quisiera darles trato especial… 30 alumnos en clase de
una hora… máximo 2 minutos de atención personal a cada uno… no creo que
funcione.”
Y yo estaré de acuerdo… porque el problema ES dar clases de una hora a 30 alumnos.
Ésa es la manera de
llevar adelante una gran organización: muchos alumnos, clases cortas para que
todos puedan aguantar… y un Programa standard que el Profesor pueda darles a
todos “casi en piloto automático” … de manera de no agotarse física y
mentalmente...
y así poder dar a
continuación OTRA clase de una hora a OTROS 30 alumnos… y luego quizás una
tercera.
Debe decidir si quiere
una “gran organización” para su propio orgullo y satisfacción… o una más
pequeña, con clase menos numerosas y más personalizadas… que beneficie REALMENTE
a cada uno de sus alumnos.
Hoy oí una disertación
de Lisa Nichols, una muy conocida escritora motivacional norteamericana, y dijo
algo muy interesante (resumido): “Usted puede
hacer su trabajo como le dijeron, como lo hace la mayoría, siguiendo las normas
establecidas… y el resultado de su trabajo será normal, ordinario.
Pero si
usted AGREGA algo propio de usted en su trabajo, algo extra, con el sincero
deseo y esfuerzo de que el resultado de su trabajo sea mejor… a lo ordinario usted
agregará algo extra, y su trabajo será extra + ordinario = EXTRAORDINARIO.”
No se trata de
“dinamitar” todo lo establecido… sino que, a lo que YA es bueno, agregarle algo
de Usted, algo que usted está convencido de que SUMA al resultado… y no
sencillamente “seguir el programa”.
Hace unos 30 años, dí
una clase a los Rojos 1er Gup de varios Dojangs de TSD MDK. En esa clase
pregunté: “¿Alguien sabe algo de patadas debajo
del cinturón?” (en esa época
todos seguían el Programa y las Reglas de Combate de Torneo, que NO las
incluían). Como todos contestaron “No”,
les expliqué los criterios básicos y le enseñé unas cuantas aplicaciones, con
la consigna “Esto no es para la clase o Torneo,
es para defender su vida en la calle”.
Pasaron unos 5 años… y dí
una clase para Danes de varios Dojangs de TSD MDK. En esa clase pregunté: “¿Alguien sabe algo de patadas debajo del cinturón?” Nadie respondió… hasta que un 2do Dan levantó la mano
y dijo “¡Yo sé una!”. Le pedí
que la mostrara, y aplicó una doble patada baja. “¡Muy
bien!”, le dije… y
el 2do Dan, con una gran sonrisa, me dijo: “Esto
es lo que nos enseñó usted hace años… en una clase para Rojos.”
Yo puse algo EXTRA en
mi clase para esos Rojos… y 5 años después uno de ellos las recordaba… pero lo
más importante es que en caso de necesidad, ese 2do Dan tenía un “arma EXTRA”
en su arsenal para defenderse.
Y si leen las notas de
mi Blog, pueden estar seguros de que lo que allí encuentra es simplemente lo
que yo enseño en mis clases… son el EXTRA que les doy a mis alumnos en cada clase…
y a los que quieran aprender a través de mi Blog.
¿Qué está haciendo usted con las habilidades y talentos para las Artes Marciales que DIOS (o el Universo, si usted es ateo) le dió al nacer?
¿A quién está beneficiando?
por SBN Ricardo A. Longinotti (8º Dan - TANG SOO DO MI GUK KWAN - ARGENTINA)
NOTA: por cualquier duda o necesidad de mayores detalles sobre éste u otros temas de TSD, puede enviar un e-mail a tsdlonginotti@hotmail.com o dirigirse personalmente a las clases de TSD MGK, en los días y horarios especificados en el título de este Blog.
No hay comentarios:
Publicar un comentario